lunes, 5 de diciembre de 2011

Mufa


Hoy a la mañana, cronistas espantados veían llegar a su redacción el pedido de quiebra que solicitó American Airlines. Rapidamente, productores, periodistas, informantes, fuentes cercanas, entre otros obreros de la información, centralizaron todos sus esfuerzos para averiguar quienes estaban enfrente de este coloso del aire que ahora
transita por un camino turbulento.

“Ahí deben estar esos, los de La Cámpora Washington D.C.”, soltó una conductora matinal hábil en peleas telefónicas. Enseguida dijo: “La Miau (por Susana) escribió el finde sobre La Cámpora y el desmanejo en Aerolíneas, ella debe tener la posta”.

Era así. Susana Miau se despachó este fin de semana, quejándose sobre lo que ella considera una pésima administración de nuestra línea de bandera. Como contrapunto eficiente coloca a American Airlines, que según fuentes americanas, es manejada por La Lincoln, una corriente ligada a Obama integrada por yuppies, nenes, barra bravas y funcionarios que no terminaron la preparatoria, entre otros.

“ Ni De Vido, ni Tomada, ni Recalde se vieron forzados a explicar por qué la línea aérea argentina pierde donde otras ganan , cuál es la razón por la que Aerolíneas registra déficits allí donde otras empresas encuentran un negocio redondo : American Airlines tiene 14 vuelos semanales a Miami (y aumentará su frecuencia en 3 más), 7 a Nueva York y 7 a Dallas”, afirma Su. Dos días después, American pide su quiebra, a pesar de los negocios redondos que, según Miau, realiza por estas latitudes.

Una vez más, Susana es una gran profeta del periodismo, con una capacidad enorme de incendiar nombres, instituciones, empresas con una simple columna dominical.

Recordarán con asombro los hinchas de River cuando Miau aseguraba que desde Cristina para abajo, el Gobierno estaba realizando un lobby zarpado para detener la caída del Millonario a la B.
Por entonces, Miau dijo: “El kirchnerismo está seguro de que, si el equipo de J.J. López desciende a la “B”, una nube de malhumor envolverá a una amplia franja de la población y el malestar nunca es un buen aliado de los oficialismos en campaña electoral. Alertada del peligro, Cristina Fernández habría comenzado a buscar una fórmula que saque a los millonarios de la calle de la amargura . Suena delirante, pero ninguna fuente consultada se atreve a negar de plano esa
posibilidad.

Una semana después, millones de hombres y mujeres eran gastados por otros millones porque River perdía la categoría. Una vez más, la pluma de Miau sellaba un futuro negro para el protagonista de su columna.

Allá por enero de este año, Miau salía por los balcones de la calle Tacuarí (sede de Clarín) y gritaba: “Sanz, otra estrella que parió el voto no positivo”. Una vez lanzado Ernesto Sanz a la interna radical por la presidencia,
en una columna donde valora aspectos desconocidos de Sanz, la periodista afirma: “El 17 de julio de 2008 el radicalismo y la resolución 125 parieron para las encuestas un inesperado candidato a la presidencia. Para los analistas de paladar negro, en cambio, fueron dos las estrellas que nacieron aquella madrugada . Julio Cobos, vicepresidente de la Nación
y presidente del Senado irrumpió de golpe, demudado y titubeante, gracias al efecto mágico un “voto no positivo” ; el potencial político de Ernesto Sanz, jefe del bloque radical de la cámara alta y aquel día conductor de la oposición, asomó por detrás de la ingeniería de una sesión que iba a quedar en la historia de “la casa” y significaba la primera gran derrota parlamentaria del kirchnerismo” .

Ya subida en un paravalancha, Miau esgrimió lo que sería el principio de la muerte política para el pobre Sanz: “Mejor imposible –opinan desde el Peronismo Federal–.Es el cuadro más importante desde Raúl Alfonsín” . Amplios sectores del PRO ven en él una opción, en caso de que Mauricio Macri resolviera postergar sus ambiciones presidenciales
y repetir un segundo mandato en la Capital Federal; Margarita Stolbizer bendijo su decisión porque “mejora la competencia electoral”.

Pocos meses después, claro está, Sanz abandonaba la lucha por la presidencia. Una vez más, la tinta venenosa y poco informada de Miau quemaba a lo Bonzo a la figura estrella de sus columnas. Así anda Miau. Mufa y poco informada.

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